Estarbaks sucks

Posted on | 28 ago 2012 | No Comments


De cuando en cuando iba a Starbucks, pero en estas tres últimas semanas he estado yendo los sábados a las 7am, es un buen lugar para reunirse y conversar tranquilamente sobre formas de conquistar el mundo. Voy con un pata de la universidad, la propuesta de reunirnos en Starbucks no era por pura posería (como pienso que hace un buen grupo de gente en nuestra querida Lima), la idea era reunirnos en la casa de uno de nosotros, pero él vive en el Norte, yo prácticamente en el Centro, el que uno vaya a la casa de otro era un ganar-perder, así que decidimos aplicar el método perder-perder, ambos nos movilizaríamos hacia un punto intermedio y en el que se pueda conversar tranquilamente, Starbucks de Centro Cívico era ese lugar; no por distancia, sino por facilidad de llegada. Yo camino 5 cuadras y de ahí tomo un micro, mi pata toma el Metropolitano.

En fin, quedamos que Starbucks es un buen punto de reunión. Incluso gracias a nuestra capacidad batracia de ser sapos con el entorno nos dimos cuenta que el 70% de grupos de gente que llegaba a esa hora lo hacía con la finalidad de hablar de negocios, algunos con propuestas de start-up's, otros sobre que comercializar en su negocio, otros tratando de convencer atraer un socio capitalista; un detalle bastante llamativo. Tan llamativo como la atención al público de los jóvenes que te preparan el café.

Esperaba llegar a este punto, sabía que Starbucks se caracterizaba por tener un trato jovial con el consumidor, de hecho es una buena estrategia para fidelizar clientes. Sin embargo como cliente no aplico, en un estudio de mercado probablemente malogre o me aíslen de la distribución al aproximarla con la regresión de mínimos cuadrados. Sucede que al acercarme al mostrador para elegir mi café, la señorita me saludó muy alegremente con un "hola, que tal", cabellerosa pero fríamente le respondí "bien, gracias" y seguí pensando sobre que pedir, no paso ni dos segundos y la señorita me preguntó "¿qué vas a pedir?". Esto me fastidió un poco, por experiencia los vendedores siempre suelen preguntarte eso, incluso por más esfuerzo que yo hacía en aparentar un rostro pensativo para que cualquiera que me vea se de cuenta que estoy en pleno proceso de selección el cual es bastante sensible como para ser interrumpido. En fin, me di cuenta de que la señorita Starbucks no se fijo en mi expresión y mecánicamente me preguntó que voy a pedir, esto me puso un poco de mal humor, o sea, su rostro alegre era bastante disforzado, su interés en el cliente era producto de una franquicia, no era sincero, o al menos no lo parecía. Hubiese preferido un trato más frío, uno que demuestre conocimiento y amabilidad; es decir, que me responda con interés y de manera correcta cuando le pregunte sobre un producto, prefiero este tipo de respuesta al decir un speech mecánico con un rostro sonriente.

Mientras seguía eligiendo que café tomar, me quedé pensando en lo que escribí líneas arriba. Finalmente pedí un café mocha, la señorita me pregunto si quería con carámelo, le respondí que sí... lo que no me dijo es que eso tenía un costo adicional, el cual resignado tuve que pagar.

Volví a mi sitio a contimuar la reunión con mi pata, le comenté sobre el tipo de trato que daban las señoritas de Starbucks, nos quedamos como 10 minutos viendo como trataban a otros clientes, con todos era igual, saludo alegre y voz disforzada, parecían producto de libros de autoayuda, charlas de liderazgo cursi y manuales teóricos de como caerle bien a los demás... mucha posería.

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